En el ámbito del control de plagas, la desinfección o incluso la conservación de materiales, los biocidas juegan un papel esencial. Ahora bien, no todos funcionan de la misma manera. Existen diferentes tipos de biocidas, cada uno con una función específica, regulaciones propias y contextos de uso muy concretos.
Esta guía práctica te ayudará a entender qué es exactamente un biocida, cómo se clasifican y cuándo se utiliza cada uno. Además, incluimos ejemplos reales de aplicaciones profesionales. Si trabajas como técnico o formas parte de una empresa especializada en control de plagas, este contenido es para ti.
¿Qué es un biocida?
Un biocida es cualquier sustancia o mezcla que permite eliminar, controlar o mantener a raya organismos perjudiciales: hablamos de bacterias, virus, hongos, insectos, roedores, algas…
Escoger el biocida adecuado no es algo que se haga al azar. Depende de muchos factores: el tipo de organismo que queremos controlar, el entorno en el que actuamos, los riesgos asociados, la legislación aplicable y, por supuesto, si el producto realmente funciona.
Dominar los distintos tipos de biocidas y saber cuándo se usa cada uno es clave. No solo para obtener resultados, sino para hacerlo de forma segura, legal y eficaz.
Clasificación de los biocidas: los 22 tipos principales
Los biocidas se reparten en cuatro grandes grupos:
- Desinfectantes
- Conservantes o preservativos
- Productos para control de plagas
- Otros biocidas específicos
A su vez, cada grupo se subdivide en categorías concretas, llamadas tipos de producto o PT (product types). En total hay 22. A continuación, te los explicamos con un enfoque práctico, claro y con ejemplos reales.
1. Desinfectantes (PT 1 al PT 5)
PT 1 – Higiene humana
Se aplican directamente sobre la piel o partes del cuerpo. Aquí entran los geles hidroalcohólicos, jabones desinfectantes, antisépticos…
Ejemplo real: Aplicación de gel desinfectante antes de entrar en un área quirúrgica.
PT 2 – Superficies sin contacto directo con personas
Se utilizan en suelos, paredes, sistemas de climatización, piscinas, etc.
Ejemplo real: Limpieza y desinfección de los vestuarios de un gimnasio.
PT 3 – Higiene veterinaria
Usados en entornos como clínicas veterinarias, explotaciones ganaderas o vehículos de transporte animal.
Ejemplo real: Desinfección del box en una clínica antes de intervenir a una mascota.
PT 4 – Superficies en contacto con alimentos
Biocidas diseñados para utensilios, mesas, cintas de producción… en entornos alimentarios.
Ejemplo real: Limpieza de una cinta transportadora en una fábrica de embutidos.
PT 5 – Agua potable
Se aplican para tratar el agua destinada al consumo, tanto humano como animal.
Ejemplo real: Desinfección del aljibe de una comunidad de vecinos.
2. Conservantes (PT 6 al PT 13)
PT 6 – Conservantes durante el almacenamiento
Evitan que productos como barnices, adhesivos o plásticos se estropeen.
Ejemplo real: Aditivo que mantiene en buen estado un bote de pintura guardado durante meses.
PT 7 – Conservantes de películas
Protegen materiales como pinturas o plásticos que están expuestos al exterior.
Ejemplo real: Pintura para exteriores con aditivo anti-hongos y anti-algas.
PT 8 – Conservantes de madera
Especiales para proteger madera frente a la acción de insectos o mohos.
Ejemplo real: Tratamiento de vigas de madera en una casa antigua.
PT 9 – Conservantes para cuero, fibras y caucho
Se aplican sobre textiles, calzado, materiales sintéticos…
Ejemplo real: Zapatos tratados para evitar hongos.
PT 10 – Materiales de construcción que no sean madera
Incluyen aditivos para hormigón, ladrillo, mortero, etc.
Ejemplo real: Fachada tratada con biocida para prevenir manchas de humedad.
PT 11 – Sistemas industriales de refrigeración
Evitan la proliferación microbiana en torres de enfriamiento o circuitos de agua.
Ejemplo real: Tratamiento de una torre de refrigeración para prevenir Legionella.
PT 12 – Slimicidas
Evitan la formación de biopelículas («slime») en procesos industriales.
Ejemplo real: Biocida aplicado en maquinaria de una papelera para controlar biofilm.
PT 13 – Fluidos de trabajo o corte
Se usan en talleres y fábricas para conservar líquidos de mecanizado.
Ejemplo real: Biocida añadido a fluidos de corte para evitar su descomposición.
3. Control de plagas (PT 14 al PT 20)
PT 14 – Rodenticidas
Se utilizan para eliminar ratas, ratones u otros roedores.
Ejemplo real: Cebaderos estratégicamente colocados en un almacén logístico.
PT 15 – Avicidas
Destinados al control de aves (palomas, gaviotas, etc.).
Ejemplo real: Gel disuasorio aplicado en cornisas para evitar que se posen las palomas.
PT 16 – Molusquicidas y vermicidas
Actúan contra caracoles, gusanos y otros invertebrados similares.
Ejemplo real: Granulado biocida para jardines con exceso de caracoles.
PT 17 – Piscicidas
Controlan poblaciones de peces no deseados en estanques o acuicultura.
Ejemplo real: Tratamiento de un estanque afectado por especies invasoras.
PT 18 – Insecticidas y acaricidas
Biocidas para combatir insectos y ácaros: cucarachas, mosquitos, pulgas…
Ejemplo real: Eliminación de cucarachas en una cocina industrial con insecticida autorizado.
PT 19 – Repelentes y atrayentes
No eliminan, pero sirven para alejar o atraer de forma estratégica.
Ejemplo real: Trampas con feromonas para el control de polillas.
PT 20 – Control de otros vertebrados
Dirigidos a animales como zorros, tejones, mapaches, etc.
Ejemplo real: Producto disuasorio para evitar que los zorros accedan a zonas de residuos.
4. Otros biocidas (PT 21 y PT 22)
PT 21 – Antifouling
Previenen la adhesión de algas, moluscos y microorganismos en superficies bajo el agua.
Ejemplo real: Pintura antifouling aplicada en el casco de una embarcación.
PT 22 – Embalsamamiento y taxidermia
Sirven para conservar cadáveres de personas o animales.
Ejemplo real: Líquido específico para servicios funerarios de embalsamamiento.
Cómo elegir el biocida adecuado
¿Qué necesitas tratar?
- Higiene humana → PT 1
- Superficies → PT 2 o PT 4
- Alimentos → PT 4
- Plagas → PT 14 al PT 20
Conclusión
Saber qué tipos de biocidas existen y cuándo se usa cada uno no es un tecnicismo más. Es la base para cumplir la ley, trabajar con rigor y cuidar la salud pública.
Desde eliminar cucarachas en una cocina profesional hasta proteger la estructura de una fachada o prevenir la Legionella en una torre de refrigeración… cada biocida tiene su momento y su función.